O Castro de San Cibrao de Lás, também conhecido como "A Ciudá", Lambrica, Lansbrica, Lanobrica é um dos povoados castrejos em processo de escavação de maior tamanho entre os localizados no território da actual Galiza. Do resultado dos estudos arqueológicos pode-se definir um período de ocupação continuada desde o século II a.C. até o século II d.C., e com possíveis ocupações esporádicas mais tardiasO nome de A Cidade é o tradicional entre as gentes das redondezas. Os nomes de Lambrica, Lanobriga e Lansbrica procedem de diversas leituras que foram feitas sobre uma ara romana dedicada ao deus Bandua, existente em uma casa particular na vizinha paróquia de Eiras.
Pelo seu tamanho pode ser comparado com o de Santa Tegra e com as Citânias do norte de Portugal, povoamentos castrejos que se caracterizam pelo seu avançado estado de romanização e pelas suas grandes dimensões. Entre os expoentes mais significativos podem-se citar a Citânia de Briteiros, Castro de Mozinho e o de Sanfins.
Templo da Vera Cruz de San Cibrán
IGLESIA PARROQUIAL: Es la más antigua de O Carballiño y desde que sus imágenes fueron trasladadas al Templo de la Veracruz permanece prácticamente cerrada al culto. Se construyó a principios de siglo en el mismo lugar que había ocupado una vieja capilla con advocación a San Antonio. La torre es el elemento más representativo de la Iglesia, sobre un cuerpo cuadrangular se alzan sus partes superiores semicirculares, siendo el tercer y cuarto cuerpos octogonales.
TEMPLO DE LA VERACRUZ: Es la obra más emblemática de O Carballiño. Su construcción se encargó en 1942 a Antonio Palacios Ramilo. Es además importante señalar la contribución hecha por el pueblo, y a dos personalidades además de su arquitecto, como son el párroco D. Evaristo Vaamonde da Cortiña y a su constructor D. Adolfo Otero Landeiro que consiguieron que la obra llegase a buen término. La construcción del templo se realizó mayoritariamente con lo que el párroco pudo ir consiguiendo a través de colectas, donativos de veraneantes y emigrantes y alguna subvención del Estado.
El emplazamiento de La Veracruz no fue fruto del azar, se pretendía que sirviese de enlace de tres puntos fundamentales: la estación del ferrocarril, la nueva Iglesia y la Casa Consistorial.
Su estilo es difícil de definir porque es una mezcla de distintas formas arquitectónicas y escultóricas. Los materiales que se emplearon para su levantamiento son en su totalidad de la comarca, en especial granito y pizarra
Su torre tiene 52 metros de altura. El elemento central del Templo es la rotonda que según Antonio Palacios: “Es el elemento más grandioso de toda la concepción interior del templo, novísima sí, pero también muy vieja y tradicional. La rotonda está abierta por un cimborrio constituido por cúpulas semiesféricas de 15 metros de diámetro, cortadas por ocho chaflanes (...) Sirven de apoyo al conjunto ocho fuertes columnas monolíticas en granito pulimentado de 4´5 metros de altura y 0´7 metros de diámetro. Sobre ellas se voltean –en los chaflanes mayores- arcos parabólicos, forma esencialmente gallega que repugna el arco apuntado...”
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